¿Cómo saber si las lentillas están caducadas?

Las lentillas también disponen de fecha de caducidad. Es un detalle que, a veces, pasa desapercibido por las personas que empiezan a llevarlas. No obstante, es importante tenerlo en cuenta. Así como en el caso de los alimentos o de los medicamentos, el periodo de tiempo que fijan los fabricantes de lentillas sirve para garantizar un uso saludable de las mismas. En este artículo explicaremos por qué es importante ceñirse a esta datación, y exploraremos, asimismo, cómo saber si las lentillas están caducadas

¿Por qué las lentillas tienen fecha de caducidad?

Es una pregunta interesante. En las lentes de contacto, la fecha de caducidad indica el tiempo durante el cual el producto, previamente probado y homologado, permanece en las condiciones de esterilidad óptimas. Al superar esta fecha, las lentillas pierden porosidad e impermeabilidad, y el riesgo de sufrir infecciones, en consecuencia, incrementa.

Al estar en contacto con una parte tan sensible del cuerpo humano, como es el ojo, las lentillas requieren de unas condiciones que garanticen la salud visual de sus usuarios. Lo mismo sucede con los productos de limpieza de las lentes de contacto, que también incorporan dataciones.

Consecuencias de ponerse unas lentillas caducadas

El usuario de lentillas puede caer en la tentación, por el motivo que sea, de seguir utilizándolas, aunque ya hayan caducado. La falsa sensación de que el producto sigue igual que antes de la fecha de caducidad puede conllevar consecuencias nefastas para la salud.

Algunos de los problemas que puede acarrear son molestias, enrojecimiento y escozor en los ojos. Por si no fuera suficiente con esto, las posibilidades de que la córnea se infecte, en este tipo de situaciones, son muy elevadas, e incluso pueden derivar en úlceras. Estos peligros se deben al hecho de que los gérmenes se pueden acumular con mucha facilidad en las lentillas caducadas, ya que éstas, con el paso del tiempo, pierden algunas de sus propiedades básicas.

Por último, hay que tener presente que las infecciones pueden desembocar en otros problemas oculares, a veces de mayor gravedad que los expuestos.

¿Si no las abro, caducan igual?

Rotundamente, sí. La fecha de vencimiento indica el límite en que el producto deja de conservar unas garantías sanitarias mínimas, tanto si se ha abierto con anterioridad, como si se ha mantenido cerrado. La lógica, tal y como se puede comprobar, es la misma que se sigue con los alimentos o los medicamentos. Así pues, aunque no se haya ni siquiera empezado, una caja de lentillas caducadas no se debe, bajo ningún concepto, de emplear. A pesar de que el usuario tenga que lamentarse por no haber podido aprovecharlas, es mejor tirarlas. Con nuestra salud visual no se debe correr ningún riesgo.

La forma más práctica de comprobar la caducidad: mirar la caja

La forma más rápida y sencilla de cómo saber si las lentillas están caducadas es fijarse en su envasado. En la parte externa de la caja, las empresas que fabrican lentes de contacto están obligadas a señalar la fecha de caducidad del producto.

Normalmente, esta datación se identifica con las iniciales EXP, así como con un símbolo que representa un reloj de arena, en alusión al paso del tiempo. En general, la fecha suele marcar, de forma numérica, el año y el mes en que el producto caduca.

Ante la pérdida de la caja, queda la opción del blíster

Cabe la posibilidad de que la caja se haya extraviado, y solamente se conserven los envases de plástico con las correspondientes lentillas. No hay problema. Generalmente, la fecha de caducidad también se imprime en el blíster, esto es, en el envase.

Sequedad ocular y parpadeo, como síntomas

Si la situación es tal que ya no es posible averiguar la fecha de caducidad con los métodos descritos, hay que recordar, en primer lugar, que la vida útil depende también del tipo de lentillas de que se trate (diarias, quincenales, mensuales, etc.).

Por otro lado, algunos síntomas, como la sequedad ocular, o simplemente un parpadeo continuo y más frecuente de lo común, pueden advertir de la posibilidad de que las lentillas hayan traspasado su fecha de vencimiento. En este sentido, es importante ser cauto, sobre todo si se desconoce si están caducadas. Cuidar de las lentillas es, en definitiva, cuidar de los ojos.