Las lentillas son el corrector óptico por excelencia para aquellas personas que se inclinan por una alternativa mucho más práctica y estética. O también para aquellos que requieran una solución más segura para realizar actividades físicas, deportivas o cualquier movimiento constante donde el uso tradicional de gafas sugiera un obstáculo.
Debido a ello, el uso de las lentillas ha ganado cada vez más reconocimiento gracias a su versatilidad, calidad y comodidad, por lo que no es de extrañar que los usuarios de lentillas tiendan a mantener consigo una pequeña reserva de lentillas debido a su uso tan frecuente o simplemente un par de ellas como repuesto.
De cualquier forma, es imprescindible al momento de tomar ese tipo de decisiones cerciorarse de si las lentillas son productos que verdaderamente puedan tolerar un almacenamiento prolongado o si (como muchos otros productos de salubridad) tienen limitaciones con respecto al tiempo que pueden transcurrir guardadas.
¿Guardar lentillas será una buena idea?
Dependiendo del tiempo que se pretendan guardar las lentillas resultará más o menos factible. Normalmente, las lentillas selladas, con un paquete en buen estado sin ninguna fisura o abertura que pueda contaminar su interior, y almacenadas en un lugar seco y fresco, pueden durar entre 1 y 4 años después de su fabricación. Sucede tanto en lentillas desechables como reutilizables. En el exterior siempre encontrará indicada la fecha de caducidad de las mismas.
Esto se debe a que, de acuerdo a su proceso de fabricación, las lentillas son esterilizadas mediante los protocolos de sanidad, se envasan y posteriormente se sellan de forma hermética para mantener las lentillas aisladas.
De esa forma, cuando se habla de caducidad en cuanto a lentillas se hace referencia principalmente a la vigencia y acción efectiva que sea capaz de mantener la solución salina, encargada de mantenerlas esterilizadas durante cierto periodo de tiempo, garantizado por el fabricante.
Cumplido el plazo señalado en el envase, caja o blister, y aun así las lentillas se encuentren en su caja sin defecto externo alguno, las propiedades de la solución salina si se habrán visto afectada, volviéndose más ácida o alcalina dañando la lentilla.
¡No usar lentillas caducadas!
A primera vista las lentillas pueden no externalizar defecto alguno, viéndose limpias y listas para su uso. Sin embargo, es en su estructura interna donde se observan los daños más graves.
Se ha dejado claro que una vez pasado su tiempo la solución alcalina caduca y le agrega acidez a las lentillas. En términos prácticos, usar lentillas caducadas puede acarrear altos riesgos para los ojos, pudiendo generar desde molestias, irritación, infecciones oculares, úlceras, hasta demás enfermedades graves.
De igual forma, al perder las propiedades su estado óptimo de uso, tanto la solución esterilizante como la lentilla, esta última no funcionará correctamente sobre el ojo, pudiendo incluso brindar una visión borrosa y defectuosa.
¿Fecha de caducidad? ¿Dónde?
No es necesario adivinar la fecha de caducidad. Todas las lentillas tienen anotada la fecha de caducidad en dos lugares indispensables; en su caja y la cubierta de aluminio (blíster individual), junto a las demás indicaciones esenciales como la curvatura de la base, diámetro, fabricante y número de lote. Normalmente, aparece con la abreviatura de EXP (expirado).
Si no tuviera fecha de caducidad recomendamos por precaución no utilizar esa lentilla ya que podría estar caducada.
¿Cómo se almacenan correctamente las lentes de contacto?
Para poder guardar de forma correcta sus lentes de contacto, necesita un estuche para lentillas que no solo sea hermético, sino que también sea adecuado para sus lentes de contacto específicas.
Para las lentes de contacto duras, por ejemplo, se utiliza un recipiente que tiene un dispositivo para sujetar las lentes pequeñas. Las lentes de contacto blandas, en cambio, se guardan en un contenedor que tiene dos pequeñas cestas. Cada cesta está marcada con una R o una L para no confundir las lentillas y ponerlas siempre en el ojo correcto.
Además, siempre debe asegurarse de que el recipiente esté bien lleno de solución limpiadora si quieres guardar sus lentes en él.
Si no necesitas el estuche, vacielo y déjelo abierto para que se seque. Coloque el estuche de las lentes de contacto y las lentillas en un lugar seco y no demasiado cálido. Asegúrese siempre de que esté bien cerrado cuando guarde las lentes en él. No debe tener pérdidas, ni evaporarse el líquido. Sus lentes de contacto deben guardarse siempre de forma que estén completamente cubiertas de líquido.