En la actualidad, las lentillas se han convertido en una tendencia muy popular en los últimos años. Cada vez más personas optan por utilizar lentillas en lugar de las gafas, ya que les ofrecen una mayor comodidad, estética y campo visual.
Sin embargo, las lentillas deben emplearse correctamente, debido a los riesgos y complicaciones que pueden generar una mala colocación de las lentillas.
Las lentillas son objetos extraños para el ojo, por lo que, al entrar en contacto directo con este, pueden causar irritación, alergia, infección o inflamación si no se manipulan adecuadamente, provocando así graves consecuencias para la salud ocular.
Por ello, el cuidado adecuado, la correcta aplicación y una buena higiene, son fundamentales para garantizar la salud ocular y prevenir posibles complicaciones oculares a largo plazo.
Enfermedades causadas por la mala colocación de las lentillas
La mala colocación de las lentillas puede ocasionar diversas enfermedades y efectos negativos en la salud ocular, razón por la cual se considera que una correcta colocación de las lentillas es fundamental para garantizar una visión clara y evitar posibles problemas.
Algunas de las enfermedades que pueden surgir debido a una mala colocación de las lentillas incluyen:
- Queratitis: Es una inflamación de la córnea, que es la estructura transparente más externa de nuestro ojo. Puede causar dolor, enrojecimiento, lagrimeo, visión borrosa y sensibilidad a la luz.
- Úlcera corneal: Es una herida abierta en la parte externa de la córnea provocadas por bacterias, hongos o parásitos. Es una complicación grave que puede provocar cicatrices, pérdida de visión o incluso ceguera, si no se trata adecuadamente.
- Anestesia corneal: Es la pérdida de sensibilidad en la córnea que impide percibir las molestias o lesiones que se puedan producir, esta puede estar provocada por el uso prolongado o inadecuado de las lentillas, que daña los nervios corneales.
- Ojo seco: Se caracteriza por la disminución o alteración de la lágrima, lo que impide mantener la hidratación y la lubricación de la superficie ocular, esto puede venir ocasionado por el uso excesivo o incorrecto de las lentillas, que interfieren con la película lagrimal.
- Conjuntivitis crónica: Conocida como la inflamación o infección de la conjuntiva, que es la membrana que recubre el interior de los párpados y la parte blanca del ojo, ocasionada por el contacto de las lentillas con agentes irritantes o contaminantes, que provocan picor, ardor, secreción y enrojecimiento.
Razones por las cuales se deben colocar las lentillas correctamente
Colocar las lentillas correctamente es fundamental para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento de las mismas.
Si la lentilla está al revés, puede causar molestias, irritación, lagrimeo o visión borrosa. Para saber si la lentilla está al derecho o al revés, se puede observar su forma, la cual debe ser ovalada y cóncava, como un cuenco, y no tener los bordes hacia afuera, como una V.
En caso de que la lentilla esté mal posicionada, puede desplazarse, doblarse o salirse del ojo, para poder colocarla correctamente, se debe abrir bien el ojo, sujetando los párpados con los dedos, y mirar hacia arriba.
Luego, se debe acercar la lentilla al ojo con el dedo índice y soltarla con cuidado. Por último, se debe cerrar el ojo y parpadear para ajustar la lentilla en su sitio.
Cuando la lentilla está sucia o contaminada, puede provocar infecciones, inflamaciones o úlceras en el ojo. Para evitarlo, se debe lavar y secar bien las manos antes de manipular las lentillas, y usar una solución específica para limpiarlas y conservarlas.
Recuerde que no se debe usar agua del grifo, saliva o cualquier otro producto que no sea el adecuado para las lentillas.
Cómo colocar las lentillas correctamente
Colocar las lentillas de forma correcta es muy importante para garantizar una visión clara y evitar posibles complicaciones. Como ya hemos mencionado, la colocación incorrecta puede afectar la comodidad, la calidad de la visión y la salud ocular en general. Para colocarse correctamente las lentillas puede seguir estos simple pasos:
- Antes de manipular las lentillas, lávese las manos con agua y jabón y séquese con una toalla limpia.
- Saque la lentilla de su estuche y colóquela en la punta de su dedo índice. Compruebe que está limpia, que no está al revés y que no presenta ninguna anomalía. Para saberlo, apriete ligeramente los bordes hasta unirlos. Si se forma un pequeño túnel y los bordes no se pegan, está bien. De lo contrario, debe darle la vuelta.
- Con la otra mano, sujete el párpado superior y tire hacia arriba para evitar parpadeos involuntarios. Con el dedo corazón de la mano que tiene la lentilla, sujete el párpado inferior y tire hacia abajo.
- Mire hacia arriba y acerque la lentilla al ojo con cuidado. Deje la lentilla en el ojo y parpadee varias veces suavemente para que se ajuste en su sitio.
- Haga el mismo proceso con el otro ojo.
Limpieza adecuada de las lentillas
Cuando se utilizan lentillas, estas entran en contacto directo con nuestros ojos, por lo que es esencial mantenerlas limpias y libres de cualquier sustancia o partícula que pueda causar irritación o infección. Por lo cual, para limpiar correctamente tus lentillas, sigue estos pasos:
- Lávese las manos con agua y jabón antes de manipular las lentillas.
- Coloque la primera lentilla en la palma de su mano, asegurándose de que esté limpia y seca.
- Aplique unas gotas de solución desinfectante específica para lentillas en las lentes.
- Frote suavemente la lentilla con la yema del dedo durante unos segundos para eliminar cualquier residuo o suciedad.
- Enjuague la lentilla con solución única o salina estéril para eliminar la solución desinfectante y cualquier otro residuo.
- Repita los pasos 2-5 con la segunda lentilla.
- Llene el estuche de las lentillas con solución desinfectante y coloque las lentillas en sus compartimentos correspondientes.
- Deje las lentillas en el estuche durante el tiempo recomendado por el fabricante para una desinfección adecuada.
- Antes de volver a colocar las lentillas en sus ojos, enjuague nuevamente con solución estéril.
- Asegúrese de reemplazar el estuche de las lentillas regularmente para evitar la acumulación de bacterias.
Recomendaciones para la prevención de enfermedades y el cuidado ocular
La prevención y el cuidado ocular son aspectos fundamentales para mantener una buena salud visual a lo largo de nuestra vida. Algunas de las medidas importantes que se pueden tomar para prevenir problemas oculares y mantener una visión óptima son:
Exámenes regulares de la vista
Es recomendable realizar exámenes de la vista de manera regular, al menos una vez al año, debido a que estos exámenes permiten detectar a tiempo cualquier problema ocular, como miopía, hipermetropía o astigmatismo, así como patologías oculares graves, como el glaucoma o la degeneración macular.
Protección solar
El uso de gafas de sol con protección UV es esencial para proteger nuestros ojos de los rayos ultravioleta, dado que la exposición prolongada a los rayos UV puede causar daños en los ojos, como degeneración macular o cataratas. Asegúrese de elegir gafas de sol homologadas y con filtro adecuado a cada situación.
Alimentación saludable
Una dieta equilibrada y rica en nutrientes es importante para mantener una buena salud ocular. Por eso se recomienda consumir alimentos como las zanahorias, espinacas, pescados ricos en ácidos grasos omega-3 y frutas cítricas, los cuales proporcionan vitaminas y antioxidantes que son beneficiosos para la vista y le permitirá mantener una buena salud ocular.
Higiene adecuada
Mantener una buena higiene ocular es esencial para prevenir infecciones y enfermedades oculares. Lávese las manos antes de tocar tus ojos o colocar tus lentes de contacto. Evite compartir toallas o productos de maquillaje de ojos para evitar la propagación de bacterias.
Descanso y ejercicios oculares
Descansar adecuadamente los ojos y realizar ejercicios oculares regulares puede ayudar a prevenir la fatiga visual y mejorar la salud ocular. Parpadear con frecuencia, enfocar la vista en puntos lejanos y tomar descansos regulares durante el uso de dispositivos electrónicos son algunas prácticas recomendadas.
Evitar el tabaquismo
El tabaquismo está asociado a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades oculares, como cataratas, degeneración macular y daño al nervio óptico. Por lo que, dejar de fumar o evitar el humo del tabaco pasivo es importante para cuidar la salud ocular.