En la actualidad, el deterioro de la visión es un problema que afecta a muchas personas, por lo que los exámenes oculares desempeñan un papel fundamental en la detección y tratamiento de este deterioro visual.
Los exámenes oculares para determinar el tipo de lentilla adecuada han ido tomando relevancia al mismo tiempo que las lentillas se han vuelto más populares.
Los profesionales de la salud visual, como oftalmólogos y optometristas, llevan a cabo estos exámenes para evaluar diferentes aspectos de la visión y la salud ocular. Mediante estas evaluaciones, se pueden identificar problemas refractivos y otras condiciones oculares que pueden influir en la elección de las lentillas más adecuadas.
Tales evaluaciones realizadas por profesionales de la salud visual permiten identificar problemas refractivos, enfermedades oculares y tomar medidas preventivas o de tratamiento adecuadas, por lo que, es importante realizar exámenes oculares periódicos y consultar a un profesional de la salud visual para mantener una buena salud ocular y prevenir el deterioro de la visión.
Los exámenes oculares
Los procedimientos llevados a cabo durante la realización de los exámenes oculares son fundamentales para evaluar la salud visual y determinar la prescripción de lentillas adecuada. Durante estos exámenes, se realizan una serie de pruebas y evaluaciones para obtener información precisa sobre la visión y la salud ocular del paciente.
Aunque el procedimiento de los exámenes oculares puede variar según el tipo de lentillas que se quieran usar, los exámenes en general se realizan siguiendo los siguientes pasos:
- Se le pregunta al paciente sobre sus problemas oculares, su historial médico y los medicamentos que toma.
- A continuación, se le mide la agudeza visual, que es la capacidad de ver objetos a diferentes distancias, utilizando una tabla de letras o un monitor de video.
- Luego, se le realiza una refracción, que consiste en la medición del error refractivo o la necesidad de usar gafas o lentillas. La potencia del lente se mide en dioptrías y se indica con un signo más (+) para la hipermetropía y un signo menos (-) para la miopía.
- Además, se le evalúa la visión binocular, la visión periférica y los movimientos oculares, utilizando diferentes pruebas y dispositivos.
- También, se le examinan las pupilas, la córnea, el iris, el cristalino y el ángulo de la cámara anterior, utilizando una linterna de bolsillo y una lámpara de hendidura.
- Se realiza una queratometría, para tomar la medida de la curvatura córneal y una topografía corneal, para saber con detalle todas las características de la superficie corneal.
- Posteriormente, se le mide la presión intraocular, que es la presión del líquido dentro del ojo, mediante el uso de un tonómetro.
- Como siguiente paso, se le dilatan las pupilas con unas gotas oftálmicas para permitir una mejor visualización del fondo del ojo, donde se encuentran la retina, los vasos sanguíneos y el nervio óptico. Para esto, se utiliza un oftalmoscopio o un oftalmoscopio indirecto.
- Por último, se le realizan otras pruebas adicionales según sea necesario, como la tomografía de coherencia óptica, la angiografía fluoresceínica, la ecografía ocular o la electrorretinografía.
Prescripción de lentillas
Los resultados de los exámenes oculares son fundamentales para realizar la prescripción de lentillas, considerando factores como el material de la lentilla, el diseño y las características específicas de la prescripción.
Durante los exámenes oculares, se evalúan diferentes aspectos de la visión y la salud ocular. Estos resultados proporcionan información crucial para determinar la prescripción adecuada de las lentillas. Algunos de los factores que se tienen en cuenta son:
- La potencia esférica: Se mide la refracción del ojo para determinar si hay miopía (+) o hipermetropía (+), esta medida se expresa en dioptrías y es esencial para determinar la corrección necesaria.
- El cilindro y el eje: Estos parámetros se consideran para corregir el astigmatismo, que es una curvatura irregular de la córnea. De esta forma, el cilindro indica la cantidad de astigmatismo presente, mientras que el eje indica la orientación de la corrección necesaria.
- La agudeza visual: Se evalúa la capacidad de ver objetos a diferentes distancias utilizando una tabla de letras o un monitor de video; los resultados de este examen ayudan a determinar la corrección necesaria para lograr una visión óptima.
- La evaluación de la salud ocular: Durante los exámenes oculares, se examinan diferentes estructuras del ojo, como las pupilas, la córnea, el iris, el cristalino y el ángulo de la cámara anterior. Estos resultados ayudan a identificar cualquier condición o enfermedad ocular que pueda afectar la elección de las lentillas adecuadas.
- Tomografía de coherencia óptica: Es un estudio que se utiliza para obtener imágenes en corte transversal de la retina, mediante un estudio de imágenes no invasivo que emplea ondas de luz.
- Con esta evaluación, los especialistas pueden ver las diferentes capas de la retina y medir su grosor.
- Esto es especialmente útil para diagnosticar y tratar enfermedades oculares como el glaucoma y la degeneración macular relacionada con la edad.
- Angiografía fluoresceínica: Esta es una prueba en la que se administra un tinte llamado fluoresceína y se toman imágenes de la retina. El tinte resalta los vasos sanguíneos en la retina y permite evaluar el flujo sanguíneo y detectar cualquier anomalía o enfermedad vascular, como la retinopatía diabética o la oclusión de los vasos sanguíneos.
- Electrorretinografía: Esta prueba mide la respuesta eléctrica de las células de la retina cuando se estimulan con luz. Se colocan electrodos en la superficie del ojo y se registra la respuesta eléctrica generada por las células de la retina.
Tal prueba ayuda a evaluar la función de la retina y es útil en el diagnóstico de enfermedades retinianas como la retinitis pigmentosa y la degeneración macular.
Enfermedades oculares y trastornos que pueden influir en la elección de las lentillas adecuadas
Las enfermedades oculares y otros trastornos pueden influir en la elección de las lentillas adecuadas de diferentes maneras. Es importante tener en cuenta estas condiciones al seleccionar las lentillas para asegurar la salud y comodidad de los ojos.
Hay diversas enfermedades oculares y trastornos, que pueden influir en la elección de las lentillas adecuadas. Algunas de estas condiciones incluyen:
Miopía, hipermetropía y astigmatismo
Estos errores refractivos pueden requerir diferentes tipos de lentillas para corregir la visión. Por ejemplo, la miopía se ajusta con lentillas que tienen una potencia esférica negativa, mientras que la hipermetropía se corrige con lentillas que tienen una potencia esférica positiva.
Por otro lado, el astigmatismo puede requerir lentillas tóricas que tienen una corrección cilíndrica y un eje específico.
Queratocono
Es una condición en la cual la córnea se adelgaza y se curva hacia afuera en forma de cono. Para corregir la visión en casos de queratocono, se pueden utilizar lentillas rígidas permeables al gas que ayudan a proporcionar una superficie de apoyo para la córnea y mejorar la visión.
Ojo seco
Esta es una condición en la cual los ojos no producen suficiente lágrima o la calidad de la lágrima es deficiente. En estos casos, se pueden recomendar lentillas de hidrogel de silicona es decir lentillas blandas de alta permeabilidad al oxígeno que ayudan a mantener la hidratación y la comodidad ocular.
Presbicia
Es una condición que aparece con la edad, a partir de los 40 -45 años, se manifiesta perdiendo la capacidad de enfocar correctamente los objetos cercanos. Esta condición se compensa con lentes de contacto multifocales
Enfermedades de la retina
Algunas enfermedades de la retina, como la retinopatía diabética o la degeneración macular, pueden afectar la visión y requerir una corrección visual específica. Debido a esto, se pueden recomendar lentillas especiales.
Frecuencia de los exámenes
Realizar exámenes oculares periódicos es de suma importancia para mantener una buena salud ocular y detectar cualquier problema a tiempo. La frecuencia recomendada de estos exámenes puede variar según la edad y las condiciones oculares de cada individuo.
Niños y adolescentes
Se recomienda que los niños tengan su primer examen ocular entre los 6 y 12 meses de edad, seguido de exámenes regulares cada 1-2 años. Esto es importante para detectar cualquier problema visual temprano y garantizar un desarrollo visual adecuado.
Adultos jóvenes y de mediana edad
Para aquellos jóvenes y personas de mediana edad que no presentan problemas oculares conocidos, se sugiere realizar un examen ocular completo cada 2 años. Sin embargo, si usan lentillas o si tienen factores de riesgo como antecedentes familiares de enfermedades oculares, diabetes, presión arterial alta, es posible que se necesiten exámenes más frecuentes.
Adultos mayores
A medida que envejecemos, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades oculares como el glaucoma, la degeneración macular y las cataratas. Por lo tanto, se recomienda que los adultos mayores se sometan a exámenes oculares completos anuales o según lo recomendado por su oftalmólogo.