Cuando una persona se decide a comprarse unas lentillas, ya sea con fines correctores o estéticos, puede darse cuenta de la enorme variedad de lentes de contacto existentes en el mercado. Ante tal diversidad, es comprensible que surjan las preguntas: ¿Cómo elegir lentillas? ¿Cómo decidirse? ¿Qué lentillas me convienen más? ¿Cuántos tipos hay, y que ventajas ofrecen?
Para poder elegir las más adecuadas, este artículo se propone poner a su disposición una serie de informaciones básicas. Como podrá comprobar a continuación, es fundamental plantearse para qué usos se van a emplear las lentes de contacto, y cuál es el estilo de vida de la persona que se las va a poner.
Plantearse las preguntas correctas
Profundizar en las preguntas correctas es la clave para encontrar las respuestas precisas a la pregunta de cómo elegir lentillas adecuadas a sus necesidades. Las lentillas, al fin y al cabo, son unas lentes que pueden responder a finalidades y periodicidades distintas.
Así pues, la primera recomendación consiste en preguntarse por las motivaciones de la compra. El tiempo de utilización de las lentillas, así como las rutinas y actividades diarias, deben ser condicionantes directos en la decisión final.
La periodicidad en el uso, un factor fundamental
Es uno de los aspectos más importantes a considerar. No es lo mismo, claro está, llevar lentillas durante todo el día, a excepción de las horas en que se duerme, que hacerlo de una forma esporádica. Hay personas, por ejemplo, que únicamente se las ponen para llevar a cabo determinadas actividades, como la práctica del deporte. Las empresas que fabrican lentes de contacto se han encargado de crear una gama de lentillas en función de su tiempo de reemplazo: las diarias, las quincenales y las mensuales.
Para un uso puntual, o para personas con una vida estresante, pueden ser una mejor opción las lentillas diarias, que son desechables y no requieren de un mantenimiento rutinario. Para un uso diario, no obstante, por lo general, se aconsejan las mensuales, por su vida útil, así como también por una cuestión económica, aunque sea muy importante cuidarlas y conservar su higiene. Las conocidas como quincenales, en este sentido, al ser reemplazadas en menor tiempo que las mensuales, se suelen relacionar con un menor riesgo de infección.
Tipos de lentillas, según el material de fabricación
Las lentes de contacto, aparte de en función de su ritmo de reemplazo, que viene condicionado por el estilo de vida, también se suelen clasificar según el material con el que se han fabricado. Este aspecto, aunque de entrada parezca muy técnica, también se tiene que valorar. ¿Por qué? Pues porque provoca, en función de cada usuario, una mejor o peor adaptación del ojo a la lentilla. Entre los tipos más conocidos, destacan:
- Las lentillas blandas, de hidrogel, que generalmente se adaptan, por su flexibilidad, a la perfección.
- Las lentillas de hidrogel de silicona, especialmente cómodas, muy en voga, porque facilitan la oxigenación del ojo y son un gran aliado contra las infecciones.
- Las lentes de contacto permeables al gas, que se ponen con mucha facilidad y que, a pesar de conllevar, a veces, un proceso de adaptación más largo, ofrecen una visión muy clara.
- Las lentes denominadas rígidas, de PMMA. Aunque ya no se utilizan demasiado, ofrecen algunas ventajas, como su estabilidad.
La corrección también condiciona
La ametropia visual que se necesite corregir, a excepción del caso meramente estético de las lentillas de colores, también condiciona, y mucho. Decimos esto, que parece evidente, porque a veces las lentillas también se distinguen en función del tipo de corrección.
Así pues, las lentillas esféricas se utilizan para corregir la miopía y la hipermetropía, las lentillas tóricas se reservan para casos de astigmatismo, combinado a veces también con miopía o hipermetropía, y, por último, las progresivas se recomiendan para presbicia, miopía e hipermetropía, y astigmatismo.
Conclusiones
Como ven, dar una respuesta concreta a la pregunta de cómo elegir lentillas, no es una cuestión de blanco o negro. Hay que fijarse en los matices para escoger de la mejor manera posible para cada caso concreto. En este sentido, conocer las particularidades de los principales tipos de lentes, así como plantearse por qué motivo se necesitan y para qué uso, contribuirá a acertar en la decisión.
Toda lentilla necesita de una adaptación de un profesional sanitario de la visión, a partir de la cual usted podrá adquirir la misma a través de internet con toda seguridad y tranquilidad.